Mucha gente dice que la vitamina D es una sustancia esencial para nuestro organismo: iniciados y profanos, básicamente estoy de acuerdo en considerarlo incluso indispensable.

La mayoría de la gente está de acuerdo en que la función principal de la vitamina D es mantener la cantidad adecuada de fósforo y calcio en nuestro organismo estimulando el proceso de absorción de este último, pero lo que realmente es la sustancia es un tema nunca del todo conocido por el público.

Solo con la ayuda de académicos del sector podemos arrojar algo de luz y aclarar un tema que en sí mismo es bastante difícil. Sin pretender querer darle un corte meramente técnico o científico, hoy nosotros también intentamos hablar de la vitamina D y profundizar en sus peculiaridades más específicas.

¿Qué es la vitamina D?

Con el término genérico vitamina D es habitual indicar un agregado de prohormonas solubles en grasa que consta de 5 tipos diferentes de vitaminas (D1, D2, D3, D4 y D5) sintetizadas en el término único de vitamina D.

Para aligerar el concepto, intentamos simplificar la terminología: el término “prohormonas” indica sustancias que se transformarán, con el tiempo, en hormonas liposolubles reales, mientras que el término “liposoluble” identifica una sustancia que se acumula en el hígado y se libera por el hígado, en pequeñas dosis, y en caso de necesidad o falta por parte del cuerpo.

Las formas más conocidas de vitamina D son:

  • Vitamina D2 (cuyo nombre científico es ergocalciferol) de origen vegetal y por tanto producido por plantas.
  • Vitamina D3 (cuyo nombre científico es colecalciferol) que pueden producir los mamíferos. Entre estos últimos, por tanto, no solo los animales, sino también el hombre que puede crearlo de forma autónoma tras la exposición a la luz solar y posteriormente sintetizarlo.

¿Dónde encontramos la vitamina D?

La vitamina D (entendida en un sentido genérico como un grupo molecular) es apenas rastreable en los alimentos. (a diferencia, por ejemplo, de la vitamina C mucho más conocida). Los grupos de alimentos que cuentan con mayor concentración de vitamina D son las verduras, la leche y sus derivados, las setas, los huevos, los pescados grasos y el hígado; el alimento que tiene mayor porcentaje es el famoso aceite de hígado de bacalao.

Como la asimilación de vitamina D no ocurre principalmente a través de los alimentos Se puede decir que nuestro organismo acumula la sustancia a través de la exposición a los rayos solares y la libera gradualmente en situaciones de necesidad.

En situaciones normales, por tanto, nuestro cuerpo se basta a sí mismo, pero hay algunos casos en los que es necesario prever la integración.

En general, es necesario apoyar al organismo aumentando la ingesta de vitamina D en casos de deficiencias patológicas conocidas o cuando aumenta el requerimiento diario (durante el embarazo, durante el crecimiento y la lactancia, por ejemplo).

¿Para qué se utiliza la vitamina D?

La vitamina D tiene como función principal la regulación del metabolismo. de calcio y el mantenimiento de los niveles de calcio y fósforo en la sangre dentro de un rango normal.
Como consecuencia de esto, por tanto, la vitamina D en la cantidad adecuada es fundamental para la calcificación del sistema esquelético y es fundamental mantener siempre una ingesta correcta.

Deficiencia de vitamina D:

En caso de insuficiencia de vitamina D, el cuerpo está expuesto a una serie de enfermedades potenciales:

  • Deformaciones óseas y osteomalacia (cuando la estructura ósea externa parece intacta, pero no tiene un contenido mineral equilibrado en el interior)
  • Raquitismo especialmente en niños
  • Patologías que afectan a las coronas dentales con mayor vulnerabilidad a la caries
  • Empeoramiento del estado de ánimo hasta posibles síndromes depresivos (la vitamina D en la cantidad adecuada estimula la producción de serotonina, también conocida como la hormona del “buen humor”.

¿Cuáles son los comportamientos que pueden provocar una deficiencia de vitamina D?

Podemos rastrear cualquier deficiencia de vitamina D a un comportamiento incorrecto como la exposición insuficiente a los rayos del sol (quedarse en casa demasiado tiempo, cubrirse en exceso y abusar del filtro solar total) y, según algunos estudios, incluso al abuso de determinadas drogas. , sustancias alcohólicas y estupefacientes.

Además, algunos estudios recientes han demostrado que son factores de riesgo para el desarrollo de deficiencia de vitamina C algunas categorías de trastornos alimentarios (especialmente cuando se asocian con vómitos frecuentes) y deficiencias nutricionales específicas.

Suplementos de vitamina D:

Cuando sea estrictamente necesario, es posible proporcionar un suministro adicional de vitamina D a través de complementos alimenticios especiales; Sin embargo, es bueno actuar solo en casos de deficiencia comprobada por análisis de química sanguínea, ya que el exceso de vitamina D puede inducir calcificación en los órganos, fenómenos eméticos, espasmos gastrointestinales y, en algunos casos, musculares.

En conclusión, cabe destacar que algunos estudios científicos han destacado una estrecha relación entre el déficit de vitamina D y la aparición de determinadas patologías:

  • Autismo y raquitismo. Algunos estudios más recientes han demostrado una correlación entre la deficiencia de vitamina D durante el embarazo y el daño neurológico y esquelético del feto.
  • Esclerosis múltiple. En caso de falta de vitamina D, una persona tendría más del doble de probabilidades de contraer ELA.
  • Demencia senil. La deficiencia de vitamina D afectaría a un deterioro cognitivo más rápido.

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